Un tipo con ropa de polo 
tiene miedo a lo que pueda venir. 
Ni se le cruza por la cabeza  
que está hecha por manos color cobre 
idénticas a las de los limpiavidrios. 
Hasta cogen a sus mujeres vestidos así. 
Van a super fiestas de todos polo. 
Manos cobre perfuman sus bidets. 
Jardineros cobrizos hablan con sus ficus, 
con cada uno de los  pétalos de su jardín, 
y entretienen a sus esposas 
en sus ausencias,
en los tiempos en que ellos 
procuran una vida acorde 
a un tipo que rellena ropa de polo. 
Pero con miedo a lo que pueda venir.
Reniegan o sobreactúan
respecto de lo que les espera
a ellos y a los suyos.
No importa nadie más. 
Tienen puesto siempre algo rojo
contra los que quieren ser como ellos
o tener lo que ellos tienen
y rosarios en los espejos del auto
para que el cielo los ayude
y no les granice el coche
que no lo cubre el seguro.
Y que les salga el viaje
al mar verde claro, 
donde todo es hermoso
y se borra del horizonte
la idea del miedo a lo que pueda venir, 
con las manos en los bolsillos 
de la bermuda de polo.
27 mayo 2011
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