14 octubre 2011

Ella lo recrimina por el tamaño de su pija,
se burla, lo denigra por estar
por debajo de sus espectativas.
El sonríe, recuerda la distancia a Saldán
midiendo desde Córdoba,
22 kilómetros más o menos.
Así de chiquita la tiene esa, dice
Lleva el clítoris a la altura
de donde bifurcan
Donato Alvarez y Ricardo Rojas.
Habladurías.

13 octubre 2011

El abanico de oportunidades
no alcanzará a ventilar
el sopor de tus entrañas
hervidas por el miedo
de estar tan solo
que ni el eco te susurre.

12 octubre 2011

A la vecina de al lado le molesta que garche en voz alta
y me golpea la pared.
Días atrás hizo cortar la planta de burro
que asomaba por el tapial,
que si bien insisto, es de ella,
estaba de mi lado de medianera.
Ayer encontré mi boleta del gas
en medio de un charco en el jardín,
doblada en cuatro.
Seguro que el cartero se la dejó por error,
como suele ocurrir
pero la arpía recién la devuelve
cuando falta un día para vencerse.
Habla todo el tiempo con su perro
y a menudo lo maltrata y amenaza,
le dice que no se coma el trapo
porque le va a pegar.
Eso fue el límite, la tolerancia se acabó.
Tenemos una hipótesis de guerra.

11 octubre 2011

fútbol para todos

Casi nadie muere en los pasillos de los hospitales,
dejó de ser elegante, en realidad nunca lo fue.
Más estilo tiene la camilla
que es como una mesa de bar
en la que el mozo es la enfermera,
la carta el vedemécum
y el alta la cuenta.
La muerte es estar seco.
Abundan las escaleras en esos museos del dolor.
Una vieja que usa los pelos granates
se me sienta al lado,
me pregunta si estoy mal del hígado,
le respondo que mi palidez es natural
-entonces del estómago, replica.
Dice que puede ver “cosas”, que no es por mi color.
La indago sobre las cuatro cifras a la cabeza
en la quiniela nocturna,
se ataja con que los números son de la oscuridad.
Tiene a su otro lado un niño coya en brazos de su madre.
De repente el pequeño grita
y jala el cabello de la vieja con fuerza,
sus minifacciones se tensan al máximo,
su cara denota el deseo de justicia,
detecta el mal o la locura mística
en cada palabra de la vieja
que ríe con la cara en cuarenta y cinco grados
y el cabello bordó horizontal por el tirón,
mezcla de sufrimiento con impotencia.
Saciado el niño, la madre se aparta.
Queda una vieja con el peinado maltrecho
acomodando su cabeza, sólo por fuera.
Le comento que un hermano mío
murió de cáncer con el hígado podrido.
La vieja habla sobre prepararse para la ascensión
“Soy de acá señora, me quedo acá”, retruco
Luego retrocede hasta perderse por la puerta gris.
Debió haber callado.
El niño ya no grita.
La recepcionista llama a Vázquez,
el cartel luminoso marca el número 28,
son las cinco y veinte,
a las siete y diez juega Belgrano.
Nadie va a morir por ahora.

05 octubre 2011

Genesir

¿Cuántas monedas de bosta vale tu moral en venta?

Algunos programas de canal C
me dan ganas de alquilar un Lamborghini
e ir a buscar a Ana María Alfaro
un domingo por la puerta de los SRT
para vivir en la ruta, con ella
saltando de hotel en hotel
hasta volverme viejo,
o hasta que ella me diga:
"basta de tanta belleza, mi rulito".
El sueño no emerge del laberinto,
busca una puerta, ventanas,
resumideros, tomas de aire,
una señal, un camino a seguir,
una grieta, un haz de luz...
Indicios.
Sueño que sueño,
veo crecer las madreselvas
hasta que brotan tallos
de mis entrededos.

04 octubre 2011

salvatore adamo

No es de noche aún
faltará el análisis crítico
de todo lo que pudo ser.
El ciego que olvidé en el semáforo,
las chipacas rancias,
pésima decisión,
debí haber comido fruta.
No llueve ni en Discovery Channel
Tengo la piel estucada de esperar la noche
para ver nacer el día
una vez más.